Antonio Nakayama
Don Francisco lriarte y Conde nació en Cosalá el 6 de septiembre de
1790, sus padres fueron don Francisco Basilio lriarte y doña Jacinta Conde. Se
desconoce toda la época de su infancia, de su adolescencia y juventud, pero se
presume que, por ser de familia de holgura económica, nos inclinamos a creer
que sus estudios los realizó en Guadalajara o México, sin lograr ningún grado
académico.
Dedicado a las actividades mineras, don Francisco pronto se vio dueño de
una fortuna más que regular debido a la riqueza de las vetas que trabajó, y
respaldado por el poderío económico enderezó sus pasos por el camino de la
política, logrando que se le nombrara miembro de la Diputación Provincial de
Sinaloa, creada en 1823, cargo que pronto dejó al ser designado por el gobierno
de la República gobernador de la provincia de Sinaloa, que acababa de ser
separada de Sonora.
Su capacidad y energía se pusieron de manifiesto en ese puesto, dado que
en esos días en que se debatía el futuro de México, se iniciaron los choques que
habrían de llevar a la delimitación de los campos ideológicos y a la formación
de los partidos conservador y liberal.
Los integrantes de ambas tendencias luchaban decididamente por la
preponderancia, y la pugna no se repara en medios, ya que la cabeza de los
conservadores era el obispo de Sonora Fray Bernardo del Espíritu Santo, cuya
agresividad en materia política conocía todo el mundo y quien siendo la figura
que dominaba al noroccidente, era el blanco de los criollos que anhelaban el
poder.
lriarte, aunque de reconocida filiación liberal, tenía que guardar el
equilibrio y no aparecer como parcial y para esto le ayudaba lo virtud de la
prudencia.
Uno de sus problemas más serios que enfrentó fue con motivo de las elecciones
para diputados al Congreso Constituyente de Occidente ya que la compaña se realizó
enconadamente. Los Presbíteros, licenciado Francisco de Orrantía y Br. Antonio
Fernández Rojo, que eran candidatos y pertenecían al grupo enemigo del de Fray
Bernardo, sufrieron persecuciones de parte de éste. Al primero de ellos que
servía en el curato de El Fuerte, se le encarceló por un motivo baladí,
mientras que al segundo se le suspendió en sus funciones como párroco de
Culiacán.
lriarte indicó al Alcalde 1o. de este último lugar que amparase a
Fernández Rojo, y como el grupo afecto al obispo maniobró abiertamente para que
anulasen las elecciones en el Partido de la Villa de Sinaloa, puso los hechos
en conocimiento del gobierno federal, el que ordenó activarse la instalación
del Congreso Constituyente, así que de inmediato mandó se pusiese en libertad
al licenciado Orrantía y a Fernández Rojo, quienes pudieron marchar a El Fuerte
para desempeñar la comisión.
Instalado el Congreso, nombró Vicegobernador a don Francisco lriarte,
pese a las protestas de enfermedad, ocupaciones e incapacidad que el agraciado
presentó para no ser nombrado, y al celebrarse las elecciones para autoridades
constitucionales, los pueblos lo eligieron para que ocupara nuevamente el
cargo, habiendo sido llamado para que desempeñara el Poder Ejecutivo, por
renuncia que hizo el titular, coronel Simón Elías González.
La rebelión de los yaquis y mayos, que puso en peligro la estabilidad
del gobierno en El Fuerte, hizo que los poderes se trasladaran a la villa de
Cosalá, donde se iniciaron los sucesos que dieron lugar a la larga pugna que
sostuvo el vicegobernador con las legislaturas de occidente.
Todo comenzó al votarse el cambio
de la capital de Culiacán, al que se opusieron algunos diputados; la violencia
llegó al grado de que varios de los legisladores abandonaron el recinto, dejando
sin quórum a la asamblea durante varios meses. lriarte trabajó intensamente
conciliando los intereses hasta que volvió por el traslado de los poderes al
mineral de Álamos, más la ley fue devuelta por don Francisco, con algunas
observaciones.
El pueblo de Cosalá se amotinó protestando por el cambio, cosa que
alarmó a la legislatura y la hizo huir y refugiarse en la villa de San
Sebastián, mas habiendo encontrado la protección del coronel Mariano Paredes
Arrillaga, depuso al vicegobernador y mudó la residencia del gobierno a Álamos.
Esta circunstancia motivó que los sinaloenses solicitaron la división
del Estado, petición a la que se opuso la legislatura a pesar de que los
ayuntamientos de la entidad se mostraban favorables al proyecto.
La etapa del pleito de lriarte contra la asamblea legislativa para que
se le repusiera en la vicegubernatura, fue la más amarga y agitada de su vida.
La Corte de Justicia del Estado falló dos veces en su favor, pero la situación
se encontraba en un momento muy candente y los diputados llenos de soberbia
mostraron gran repudio al cosalteco lriarte; se negaron al acatamiento de las
decisiones de aquel alto cuerpo, así que don Francisco apuntalado por su poder
económico, por el afecto que los pueblos le tenían y por la justicia de la
causa continúa en la lucha contra el Congreso.
Nuevamente algunos legisladores de Sonora y Sinaloa, solicitaron la
división del Estado en el año de 1827, mostrando objetiva mente los motivos que
había para que se llevara al cabo, mas no lograron que se escuchara la petición
en forma positiva.
El Congreso Nacional ordenó al Congreso del Estado la reposición del señor
lriarte, pero se negó a acatar el fallo. Esta actitud de los legisladores
terminó con la paciencia del pueblo que empezó sus ataques al gobierno,
acusándolo de inmoralidades y de arbitrariedades, señalando los casos
siguientes:
El de don José María Gaxiola, gobernador a quien se encontró un desfalco
de 20 mil pesos como arrendatario de diezmos de El Rosario; el de haber
aceptado como diputado a don Antonio Almada a pesar de que su elección había
sido irregular, y el de acumular poderes administrativos y militares en el
también diputado Carlos Cruz de Echeverría.
Los brotes de inconformidad se multiplicaron y apareció la violencia en
Culiacán, Cosalá, San Javier y Guaymas. Pero el Congreso se mantuvo firme en su
actitud de intransigencia ya que contaba con el apoyo del jefe de las armas
general José Figueroa.
En agosto de 1829 don Leonardo Escalante expidió el Plan de Aconchi,
pidiendo la reposición de lriarte, la salida del gobernador Gaxiola y el
desconocimiento de las autoridades que habían sido electas en forma anticonstitucional.
Gaxiola presentó la renuncia, pero la legislatura se limitó a expedir un
decreto en el que establecía que quedaba olvidado todo lo relativo a la división
de la entidad y a la reposición del vicegobernador siempre que los levantados
depusieran su actitud hostil.
Ante la presión popular el general Figueroa retiró apoyo a la
legislatura y se dedicó a restablecer al vice-gobernador. La Legislatura tuvo
que humillarse y en octubre de 1829 lriarte tomó posesión del gobierno
separándose en marzo de 1831 en que lo entregó a don Leonardo Escalante que
había sido electo vice-gobernador. ·
La tremenda lucha sostenida por don Francisco lriarte terminó con una
magnífica victoria, pero como había sido el alma del movimiento separatista, su
mayor triunfo fue la división del Estado, decretada por el Congreso Nacional el
14 de octubre de 1830 para que Sinaloa y Sonora quedaran como Estados de la
Federación y el 30 de enero se verificó la elección para diputados
constituyentes que habrían de reunirse en Culiacán.
A don Francisco lriarte podemos calificarlo en forma acertada de tenaz
en sus decisiones y en sus luchas. Su pugna con la legislatura le llevó varios
años en los que en su mayor parte se vio no solamente humillado, sino hecho
polvo por sus enemigos. Sin embargo, su voluntad de vencer y su fe en la causa
que representaba le llevaron al triunfo. Victorioso no tomó venganza de sus
enemigos, lo que indica una nobleza es pi ritual.
Al decretarse la erección del Estado de Sinaloa, pese a no ser cabeza de
partido alguno, era el amo y señor de la política, pero desgraciadamente no
pudo ejercer la hegemonía que tenía en las manos, ya que tuvo que marchar a
México en busca de salud cuando el nuevo Congreso de la entidad naciente lo
había nombrado gobernador. Viejas dolencias, la pasada lucha que sostuvo y el
matrimonio de la hija minaron su fortaleza física y le lleva ron a la tumba, lo
cual cambió el panorama político de Sinaloa. Septiembre 17 de 1832 fue la fecha
de la muerte de don Francisco lriarte. Sus restos fueron depositados en una
tumba de la parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en las calles lzazaga, 20
de noviembre, San Jerónimo y Pino Suárez, de la ciudad de México.
lriarte es una de las grandes figuras sinaloenses. A su valor, tenacidad
y decisión se debe que su tierra natal haya entrado a figurar como uno de los
Estados de la Federación Mexicana. Tuvo defectos, pero sus virtudes fueron más
grandes. Es el Padre del Estado de Sinaloa.
Obtenido de:
Revista Cultural Presagio. (2002). 18 Encuentros con la Historia; Cosalá. Gobierno del Estado de Sinaloa. https://wikisinaloa.org/18-encuentros-con-la-historia-cosala/